-¿De verdad quieres que te cuente lo que siento?
-No lo quiero. Necesito saberlo.
-¿Sabes lo primero que hago en el día? Ver tu foto reflejada en mi móvil y sonreír al pensar en ti. Después, me paro a pensar en que estarás haciendo en estos momentos en los que yo no puedo parar de pensar en ti, y mis ojos se iluminan, y noto que mi corazón comienza a latir más deprisa mientras mis mejillas se sonrojan.
En clase me es imposible concentrarme, ¿cómo podría hacerlo, si es tu dulce rostro el que ronda mi mente? y vuelvo a sonreír, porque cada sonrisa va dedicada a ti.
Cuando llego a casa te busco, porque necesito poder hablarte, y si no te encuentro lloro, lloro y no paro de llorar, porque te necesito aunque sea un solo segundo, y mi sonrisa solo vuelve si me dedicas un breve saludo.
Y lo más importante, cuando llega la noche, me tumbo en la cama y te guardo en mi mente, para que seas el protagonista de mis sueños, y sin dudarlo, siempre lo eres. Por eso lo mejor del día es la noche, amor mio, porque estamos juntos aunque nuestros cuerpos estén lejos. Porque tu mano puede rozar la mía, porque tus labios pueden besar los mios, y porque tus "te quiero" suenan mas dulces susurrados en mi oído...
¿Es que aún te sigues negando que te quiera? Entonces dejame entrar en tu corazón y cuidarlo con dulzura... pero sobre todo, dejame quererte.
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